Percy Francisco Alvarado Godoy
Damaris
Moya Portieles
Es cierto, varias
contrarrevolucionarias han desviado su oficio por el solo hecho de que en ellas
prima la apetencia desmesurada por el dinero USA. Hay algunas, como Damaris
Moya Portieles que, de haber vivido en la Grecia antigua, hubiera desbancado de
la fama al trágico Eurípides, por la fácil capacidad que posee esta señora para
fabricar desventuras, aflicciones, calamidades y todo tipo de adversidades,
sobre la base del más vil embuste.
Su enfebrecida tendencia a crear
espectáculos que conmueven a incautos, ha sido su forma de actuar dentro del
mundillo de la contrarrevolución interna, para sobredimensionarse
deliberadamente del resto de sus competidoras en la búsqueda de dinero
fácil. No puede ser de otra manera. Ella carece de las "habilidades"
y el posicionamiento mediático de la aristocrática Yoani, de la pendenciera
Sarah Marta Fonseca, de la "experiencia" de Marta Beatriz Roque
Cabello, de las malicias manipuladoras de Berta Soler, entre otras. De esta
forma, solo le queda invetar sus tragedias y actuarlas ella misma.
Un hecho, empero, es cierto. La
actual guerra ideológica contra Cuba ha tomado en los últimos meses una
dirección particularmente falaz en términos mediáticos: un supuesto incremento
de campañas sobre el acoso sexual a “opositoras” en diferentes oportunidades, a
lo que se han sumado inventadas agresiones contra menores, incluyendo golpizas
y amenazas de agresión sexual contra las mismas en los centros de detención
temporal a las que han sido conducidas, luego de armar sus provocaciones
callejeras.
Este tipo de manipulaciones,
totalmente inciertas, han sido el arma para detractar sobre Cuba, para vender
una falsa imagen de sufrimiento, en un marketing siniestro elaborado por sus
jefes de Miami y de la SINA. Mientras más se exacerbe esta campaña, los beneficios
del discurso político de la contrarrevolución depara no solo dividendos a los
enemigos de Cuba, sino también a las actrices "vejadas" y
"asediadas" por imaginarios violadores y sádicos de la policía
cubana.
Varias de estas
contrarrevolucionarias han asumido de maravillas su papel de víctimas,
destacándose entre las mismas la propia Damaris Moya Portieles, Vivian Peña
Hernández, Yris Tamara Aguilera, Sara Martha Fonseca, Ivonne Malleza, Leidi
Muñoz Rodríguez, Yasmín Conyedo, entre las más locuaces e ingeniosas en eso de
fabricar agresiones.
Después, se ha estructurado un grupo
de "comunicadores" que transmiten a Miami, fundamentalmente a Radio
Martí, los inventados manoseos contra "las opositoras", sabedores de
que la denuncia rápida y oportuna, aunque sea una falacia, les deparara
protagonismo y un poco de dinero sucio. En este rol se han
destacado los mercenarios internos como Oswaldo Payá, José Daniel
Ferrer, Darsi Ferrer, Yoani Sánchez, Andy Sierra Álvarez, Guillermo Fariñas,
Eliécer Ávila, Antúnez, Elizardo Sánchez Santa Cruz, Raúl Luis del Risco, entre
otros.
Diariamente, la vil emisora de la
contrarevolución transmite mentiras sobre maltratos a menores, entre los cuales
se ha promocionado mediáticamente a la hija de José Daniel Ferrer, Martha
Beatriz Ferrer Cantillo.
Volviendo a nuestra
vedette, Damaris Moya Portieles, cabe significar que la misma le
"rompió la tapa al pomo", como dicen los cubanos, en esta oportunidad.
El blog contrarrevolucionario Payo Libre se hizo eco de sus quejas y
"preocupaciones", sobre una supuesta amenaza sexual contra su hija de
cinco años de edad, Lázara Yorgelys Contreras Moya, quien, según Damaris,
"teme que abusen sexualmente de ella."
Hace dos días lanzó la falaz
mentira, basándose en el hecho absurdo e inexistente de que un funcionario
policial hizo alusiones a que su niña fue ofendida sexualmente por este
representante de la ley, mientras ella se encontraba detenida el pasado 2 de
mayo. A partir de ese momento, Damaris, comenzó a inventar su actual tragedia:
por decisión propia decidió que la menor se ausentara de la escuela a partir de
ese momento. Valieron de poco los reclamos de la directora de la Escuela
Primaria "Pepito Tey", conminándola a que enviara a la niña al centro
escolar.
Damaris, quien reside en calle
C #163, entre Prolongación de Marta Abreu y Callejón de Esperanza, en el
reparto Virginia, en la ciudad de Santa Clara, se negó a aceptar la
recomendación de la autoridad escolar.
Su inventada experiencia, la relató
igualmente al blog de la organización provocadora Movimiento Rosa Parks,
de la siguiente manera: "Me golpearon salvajemente y me arrastraron por
los pelos y a empujones hasta la patrulla de la policía, me introdujeron
en ella y me llevaron detenida para la unidad de instrucción penal, nada de
esto es nuevo, todo lo contrario, ocurre con mucha frecuencia, además
se llevaron de la misma forma a varios hermanos de los que se encontraban
en la vigilia, si los hechos narrados hasta el momento fueron lo principal,
quizás ni lo estuviera escribiendo, pero lo doloroso es lo que contaré a
continuación" (...) "Recuerdo que se encontraba de oficial de
guardia superior el oficial Eric Francis Aquino Yera, altamente peligroso
por sus instintos depredadores, este militar ordenó a dos supuestos presos
comunes, que comenzaran a gritarme desde otra celda que iban a violar
sexualmente a mi niña de cinco años de edad. No puedo olvidar aquellas palabras
obscenas con que me describían todo lo que le harían a mi inocente bebe por
delante y por detrás, cuando protesté: Les grité puercos y abusadores y más me
gritaban."
Este relato, del cual ha sido
comprobada su falsedad, coloca a Damaris en tela de juicio por sus valores
éticos y su intento de fabricar un show mediático haciendo uso de una menor,
a la que priva de asistir a su escuela de forma deliberada y contraviniendo la
legislación existente en nuestra Patria.
En Cuba los niños son privilegiados
y la Revolución dedica incontables recursos para su educación. No es la primera
vez, como en este caso, que la maquinaria mediática anticubana calumnia a
nuestro país. Han manipulado descaradamente la vinculación de niños y jóvenes a
las tareas de trabajo, aduciendo que se les obligaba a trabajar cuando existía
el sistema de becas en el campo.
Otro sucio argumento es
publicar que en Cuba se promueve el turismo sexual y la prostitución infantil,
cuando se sabe que la propia Constitución la proscribe y ha colocado la
Revolución a la mujer en un privilegiado lugar de respeto al que es merecedora.
El insano rejuego mediático para
mentir sobre la realidad cubana por parte de los medios enemigos de nuestro
proceso revolucionario carece de ética y es, esencialmente, repudiable.
Quienes se prestan a esta manipulación merecen también el desprecio de nuestro
pueblo.