En una semana muy particular, cuando en
El Salvador ha concluido el período de campaña electoral para los comicios para
diputados y concejos municipales a celebrarse este domingo 11 de marzo, y que
para la población resulta una especie de alivio, luego de 2 meses de la
saturación que representa la labor de los diferentes partidos políticos que
aspiran ganar la contienda, y propiciándose el llamado tiempo de reflexión que
en este país centroamericano incluye tres días antes de las elecciones, y cuyo
inicio ha coincidido con este 8 de marzo, en el que en todo el mundo se celebra
el día internacional de la mujer.
No es la excepción acá, aunque
posiblemente el término de celebración no sea aún el adecuado, a pesar de que
al fomentarse una cultura propia del país, cada vez más se escuchan y ven
gestos de felicitación a las féminas en los hogares y centros de trabajo; y
seguramente a ningún locutor o presentador de algún programa de radio o
televisión se le podría ocurrir olvidar la efeméride, y obligadamente ha de
iniciar con saludos amenos y gratificantes a las mujeres en este día tan
especial.
Los periódicos han amanecido con
pronunciamientos de página completa signados por instituciones gubernamentales
que enarbolan la fecha saludando a la mujer y reconociendo los avances, que en
el transcurso de los últimos años se han formalizado a través de legislaciones
con la búsqueda de la igualdad de la mujer en todos los ámbitos, y destacando
los esfuerzos a través del estado para impulsar programas que incorporen cada
vez más a las mujeres a la educación, la salud, el trabajo, y otros espacios a
los que siempre han sido relegadas.
Sin embargo, en este país donde el 53
por ciento de la población lo constituyen ellas, aún resulta poco lo avanzado,
primordialmente por lo escaso que se había avanzado en los años anteriores a la
presente administración, en la que se vislumbra una mayor sensibilidad y
decisión política para avanzar en el tema, contando en contra con la dificultad
de los recursos disponibles para ampliar las oportunidades para ellas.
Pero hay elementos de suma gravedad que
enturbian la realidad y que se agregan al panorama de déficit político, social
y económico, como es la incidencia cada vez más lamentable y brutal de la
violencia contra la mujer, que se ensaña en este estrato indiscriminadamente y
casi sin considerar la edad, incluyendo la violencia intrafamiliar y de género,
y en los últimos años por el incremento de la violencia delincuencial,
provocando lesiones y muertes.
Ha sido a través de funcionarios de la Organización de las Naciones Unidas y fuentes locales que se ha lanzado la alerta de la situación, y las que revelan que las adolescentes entre 10 y 19 años representan el 84% del total de casos de violencia sexual en 2011, además de detallar que más de 645 mujeres fueron asesinadas en el país durante el año anterior y, según Medicina Legal, no menos de 87 eran niñas o adolescentes.
Sin duda alguna, estos, y muchos más datos que
pudieran incluirse, identifican la gran deuda que la sociedad aún tiene con el
mayoritario sector femenino, y que explica por qué este 8 de marzo no ha sido
aún un día de fiesta en El Salvador.
Para los amigos
de Radio Habana Cuba, reportó desde El Salvador, Centro América, Mario
Zavaleta.