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Un nuevo signo de los cambios que están ocurriendo en El Salvador se ha materializado esta semana cuando las autoridades de la Policía Nacional Civil, cumpliendo órdenes administrativas de la Fiscalía General de la República, han capturado a partir del lunes pasado a 9 personas, acusadas de estafa al Estado por más de 3 millones de dólares, entre las que destaca el ex ministro de Salud Pública, Guillermo Maza Brizuela, quien fungiera todo el período del presidente Antonio Saca, de Arena, que concluyó en 2009, luego de la victoria electoral del FMLN con la candidatura del actual mandatario, Mauricio Funes.
Maza Brizuela está acusado de actos arbitrarios y asociaciones ilícitas, al haber permitido la defraudación de fondos provenientes de un préstamo internacional destinado a la reconstrucción y equipamiento del Hospital Santa Teresa, de la ciudad de Zacatecoluca, en el departamento de La Paz, afectado como otros en el país por los terremotos de 2001.
La investigación que conllevó a la captura de Maza junto a otras 8 personas – por el momento – iniciaron con la denuncia presentada en mayo de 2010 por el actual viceministro de Salud, Eduardo Antonio Espinoza, al comprobar múltiples anomalías con las obras inconclusas, y los cometimientos de los delitos de apropiación y retención indebida.
La administración de Maza Brizuela fue catalogada en su momento como una de las más incompetentes y controversiales en la historia reciente, que trajo como resultado la profundización del deterioro del sistema de salud salvadoreño que actualmente trata de restaurarse. Una frase tristemente célebre que distinguió a ese ministro de salud, fue la en que afirmaba que los aparatos de Tomografía Axial Computarizada – utilizados para el diagnóstico de enfermedades de alta peligrosidad - no eran tan necesarios en los hospitales, precisamente en momentos en que los equipos existentes estaban averiados y sin uso, y los pacientes del sistema público debían pagar de su bolsillo a empresas privadas que prestaban los servicios alternativamente a precios un poco menores a los de mercado.
Casualmente el ministro era y es propietario de una de ellas, y no se inmutaba cuando se le cuestionaba al respecto, alegando que les hacía descuento a quienes provenían de los hospitales públicos.
Junto a él también fue detenido el ex subdirector de la Policía Nacional Civil en la administración de Armando Calderón Sol, el abogado César Rolando García Herrera a quien se le imputa la supuesta falsificación de créditos fiscales que sirvieron para que el Ministerio de Salud erogara los fondos a las empresas subcontratistas que fueron beneficiadas con la estafa. Han sido detenidos los representantes de algunas de ellas, quedando aún pendientes cinco implicados más, entre quienes se encuentra el que sería el principal acusado de la estafa al Estado, y se trata de Gerardo Enrique Osegueda Gine, representante común del asocio temporal que se encargó de la obra que nunca concluyó, pero que recibió el dinero de la compra de equipamiento para el hospital que nunca entregó.
Lejos de querer ser la actual nota un reporte judicial, lo que explica es apenas la punta de un iceberg que representa la corrupción asentada en las 4 anteriores administraciones de la derecha, y la espera de que la Fiscalía concluya o adelante la investigación de al menos unos 60 casos ya denunciados en las diferentes instituciones del estado desde que llegara a la presidencia Mauricio Funes, de la mano del izquierdista Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional, FMLN.
Por lo tanto, lo que ha sucedido esta semana de abril de 2011, parece ser solo el inicio.
Ángel Guerra Cabrera
La reciente visita a Cuba del ex presidente de Estados Unidos James Carter es otro hecho políticamente muy importante que recibe un casi absoluto silencio mediático. Ello no debe sorprender pues constituye un gesto valeroso, contrario al discurso hegemónico, que aporta un soplo de distensión y convivencia pacífica en un momento de inaudita barbarie y descomposición moral del imperio.
Luego de recibir a Carter en su casa, Fidel Castro escribió en su columna Reflexiones: “Tuve el gusto de saludar a Jimmy Carter, quien fue presidente de Estados Unidos entre 1977 y 1981 y el único, a mi juicio, con suficiente serenidad y valor para abordar el tema de las relaciones de su país con Cuba”. Y es que bajo su mandato se avanzó como nunca en el diálogo bilateral, lo que trajo como consecuencia el aflojamiento del bloqueo, la autorización para que todos los estadounidenses pudieran visitar Cuba –revertida luego por su sucesor Reagan-, el establecimiento en ambas capitales de oficinas diplomáticas y la delimitación de las aguas territoriales de los dos países. Fidel añadió: “Las circunstancias no eran ciertamente propicias en nuestro complejo mundo. La existencia de un país verdaderamente libre y soberano en nuestro hemisferio no se conciliaba con las ideas de la extrema derecha fascista de Estados Unidos, que se las arregló para hacer fracasar los propósitos del presidente Carter.”
La presencia de Carter en Cuba es por eso natural. Pero debe considerarse que además de su peso político intrínseco expresa la fuerte corriente en la sociedad y en círculos muy influyentes del establishment favorables a una completa normalización de relaciones con la isla. En esta segunda visita a diferencia de la de 2002, Carter evitó hacer declaraciones sobre puntos de desencuentro con Cuba ni siquiera en la forma respetuosa que le es característica, aunque sin abstenerse de reiterar sus concepciones liberales sobre la libertad individual y los derechos humanos ni de reunirse con los llamados disidentes. De modo que se centró en proponer soluciones constructivas a prácticamente todos los problemas fundamentales que obstaculizan la relación cubano-estadounidense. Reiteró su conocida oposición al bloqueo, pero en esta ocasión puntualizando su postura contra la ley Helms-Burton firmada por el presidente Clinton, que calificó de “serio error” y dijo que tiene expresamente el objetivo de “cambiar el régimen” en Cuba y por lo tanto es “contraproducente”. En esta lógica señaló que “los líderes del congreso que tienen un origen cubano actúan de una manera muy contraproducente al tratar de…castigar al régimen cubano cuando en realidad están castigando al pueblo cubano”. Igualmente, abogó por la supresión de la prohibición a los estadounidenses de viajar a Cuba. También pudo constatar en diálogo con embajadores acreditados en La Habana el recrudecimiento por la administración de Obama de las trabas a las transacciones bancarias con la isla.
El ex mandatario se pronunció por la liberación de los 5 cubanos en el “futuro cercano” y añadió que ha habido dudas(sobre el proceso) en los tribunales de Estados Unidos y en organizaciones internacionales de derechos humanos. De la misma manera, expresó su esperanza en la “próxima excarcelación” del contratista de la Agencia Internacional para el Desarrollo Alan Gross, condenado por tribunales cubanos en marzo a 15 años de reclusión por “actos contra la independencia o la integridad territorial del Estado”. Ante la pregunta de un periodista sobre un posible canje de los 5 por Gross, Carter precisó que son casos “separados, distintos y no deben interrelacionarse”. Así colocó en la agenda política una iniciativa de la que se habla privadamente en círculos diplomáticos y es la posibilidad de que, sin enfocarlo explícitamente como un trueque, los 5 sean liberados, al igual que Gross, mediante decisiones unilaterales de ambas partes.
Carter también abogó por suprimir a Cuba de la lista estadounidense de países que auspician el terrorismo ya que (su inclusión) “no tiene base alguna”.
"La visita fue buena y Carter es un hombre honesto, fue de todos los presidentes con relación a Cuba el que tuvo una actuación mejor", dijo el presidente Raúl Castro al despedirlo en el aeropuerto y reiteró su disposición al diálogo con Estados Unidos. “Nosotros estamos listos, pero como siempre hemos dicho, sin subordinación a nadie, listos a discutir todo lo que quieran y lo que queramos nosotros".
Los médicos cubanos continúan salvando vidas en Haití. Autor: AP
TeleSUR 06-04-2011
El abogado que representa a Venezuela en la causa por la extradición ante Estados Unidos (EE.UU.) de Luis Posada Carriles, José Pertierra, dijo este miércoles a teleSUR que la sentencia contra el terrorista internacional por fraude migratorio podría anunciarse este viernes o la próxima semana.
“La decisión puede eremos sser anunciada este viernes o la semana que viene, vi lo absuelven, o si lo condenan”, manifestó Pertierra vía telefónica desde El Paso, Texas (sur de EE.UU.), donde Posada enfrenta un proceso por delitos migratorios.
El abogado señaló que en el país norteamericano “los juicios no son tanta evidencia sino mucho teatro”. En este sentido, indicó que el abogado defensor del terrorista ha tratado de desprestigiar a los testigos.
Destacó que en el juicio la defensa ha querido mostrar a la periodista The New York Time, Ann Louis Bardach,a la que Posada Carriles le confesó ser autor intelectual de la campaña de bombas contra Cuba, como una prejuiciada contra la comunidad cubano-americana que reside en Miami (sureste) y como una agente de influencia del Gobierno cubano.
Indicó que este jueves es el cierre del caso, en el que la jueza Kathleen Cardone dirá a los 12 miembros del jurado que tiene que tomar en cuenta y que no.
Agregó que también es el cierre de alegatos donde ser resume todo el caso del terrorista internacional Luis Posada Carriles.
Este miércoles, la presentación de los argumentos de cierre en el juicio por cargos migratorios fue aplazada nuevamente por motivos que las partes no precisaron.
El jurado encargado del caso solicitó nuevas declaraciones para emitir la sentencia.
Cardone anunció en el tribunal federal donde se celebra el juicio que la jornada se suspendía "por situaciones forzosas", lo que retrasó los alegatos finales de los fiscales federales, de la defensa y el inicio de las deliberaciones.
Además, el jurado llamó este miércoles a un testigo más de los funcionarios de inmigración que participaron en el proceso.
El pasado 10 de enero, la justicia de Estados Unidos comenzó a juzgar a Carriles, quien lejos de responder por las numerosas muertes que han provocado sus acciones sólo es interpelado por mentir a las autoridades migratorias del país norteamericano.